En Buenos Aires, hay innumerables esquinas que esconden distintas cosas y lugares por descubrir y probar. Ya sea lugares históricos, murales de arte, plazas, restaurantes, siempre hay algo nuevo por conocer. Si hablamos de restaurantes, uno de los barrios que siempre redobla la apuesta gastronómica de la ciudad es sin dudas Palermo. Como ya vimos en el post de los pasajes o el post de Plaza Serrano, este barrio ha crecido enormemente en los  últimos años. La oferta gastronómica es gigante, y a cada rato se abren lugares súper copados. ¡Ni siquiera hay tiempo para probar todos! 

El fin de semana pasado, paseando por este lindo barrio, nos abrumó un gran antojo de comer crepes. Por suerte, hace unos años llegó la tendencia de los crepes a la Argentina, así que teníamos dónde ir a saciar este antojo y darnos el gustito. Decidimos, esta vez, ir a conocer “Crepas”, un lugar cerquita de Plaza Armenia con mucha onda, que vende crepes  dulces y salados, jugos naturales,  licuados y tragos.

Nosotras fuimos un sábado a la tarde, horario pico de la merienda. Se ve que no eramos los únicas con este particular antojo porque había una cola bastante larga… Igualmente, decididas a probar el crepe, no dudamos en hacer la cola y esperar. La fila se movió bastante rápido, y entre que decidimos qué queríamos pedir ya estábamos en el mostrador. Luego de hacer nuestro pedido esperamos con ansias a que nos lo preparen.

 Durante la espera recorrimos un poco el lugar, que tiene una decoración muy divertida. En las paredes están pintadas varias figuras del espectáculos y personajes famosos en blanco y negro. Es casi como comer un crepe con un público de famosos, te sentís uno más!  A parte hasta podés armar un juego de toda la experiencia, rememorando quien es quien y viendo quién puede identificar más personajes entre tu grupo. La decoración hace totalmente al hermoso ambiente del lugar y le da un toque extra muy copado.

Luego fuimos a conocer la terraza que tiene varias mesas y más lugar para sentarse (además continua con la temática de la decoración). La terraza es ideal para un día de primavera u otoño, cuando no hace mucho frio, para ir a comer un crepe y sentarse a admirar la hermosa esquina de Gurruchaga y Costa Rica – para nosotras, una de las esquinas más lindas de toda la ciudad.

Después de admirar la terraza, bajamos a esperar nuestros crepes y café. Decidimos sentarnos en las mesas de afuera, las luces colgadas y la calle empedrada generan un ambiente ideal. Cuando nuestro pedido estuvo listo nos sentamos y disfrutamos de nuestros riquísimos crepes. Yo me pedí un crepe de nutella y un café. Con decir que todavía tengo depresión post-crepe digo todo… ¡Espectacular!

Crepas es un lugar ideal para ir a almorzar o tomar el te, la decoración tiene onda, la terraza es divina y los crepes imperdibles.