Una viaje en el tiempo por las calles de Barracas

noviembre 24, 2015 0 Comments A+ a-

Gracias a la visita guiada "Buenos Aires Intrigante" conocimos varias de las leyendas urbanas y mitos del emblemático barrio de Barracas. Un viajecito en el tiempo que vale la pena hacer. 
La Avenida Montes de Oca en Barracas, conocida también como la "Calle Larga"
Este fin de semana, las ganas de seguir descubriendo Buenos Aires nos llevaron al barrio de Barracas, un barrio muy tradicional de la Ciudad. Su nombre viene de aquellas primeras construcciones de madera que se instalaron al pie del riachuelo llamadas “barracas”, utilizadas para almacenar productos. El barrio se fue desarrollando con la llegada del ferrocarril, ya que se ubica justo al lado de la famosa estación “Constitución”. Hoy en día funciona como el “distrito del diseño”, pero más allá de los cambios que vivió en los últimos tiempos sigue manteniendo mucho de su historia y tradición. 
El estilo de las callecitas de Barracas.

Estilo de muchas de las construcciones más tradicionales de Barracas
Hace unos meses visité el “Pasaje Lanin” en este mismo barrio y me enamoré de la callecita tan pintoresca,acá les dejo el post para los que aún no lo leyeron. Ese paseo me dejó con ganas de conocer más sobre Barracas, entonces aproveché que este sábado se llevaba a cabo la visita guiada del GCBA llamada “Buenos Aires Intrigante”. El ministerio de turismo ofrece todos los meses distintas visitas guiadas gratuitas por los barrios de la ciudad. Está bueno aprovecharlas para conocer más sobre la historia de Buenos Aires y ya que estamos pasear un rato.




“Buenos Aires Intrigante”, la visita guiada de este sábado, se llevaba a cabo por la Avenida Montes de Oca, y el objetivo era relatar ciertos mitos y leyendas urbanas del barrio. Comenzamos el recorrido por la Av. Montes de Oca y Caseros, dónde se ubica el Hospital Elizalde. Justamente la guía comenzó por contarnos un poco la historia de este hospital, el cual en un primer momento era una casa ubicada en la Manzana de las Luces donde se albergaba a los “niños expósito”, niños abandonados. Luego, se trasladó esta casa hacia un lugar más alejado para que estos niños no sean juzgados. Al trasladarse a Barracas ya comenzó a funcionar como un Hospital, el Hospital de Niños más antiguo del continente. Lleva el nombre del “Dr. Pedro de Elizalde” quien ayudaba a estos niños y daba contención a las madres. 
El Hospital Elizalde es el Hospital de Niños más antiguo del continente, ubicado en el barrio de Barracas.

El recorrido siguió por “La casa de los Leones”, pegadita al Hospital. Cuenta la leyenda que este terreno pertenecía al hijo del General Díaz Vélez, un hombre de mucha fortuna que tenía gran adoración por los leones. Se dice que en esta mansión tenía dos leones que se movían libremente por los jardines de la propiedad. El día del compromiso de una de sus hijas, uno de los leones atacó al prometido y lo mató. Según la leyenda la hija entró en depresión y decidió no hablarle más a su padre (no es para menos, no?), y este terminó por sacrificar a los leones. Sin embargo, construyó en su homenaje esculturas de los animales y las ubicó en el jardín de su terreno. Ahora, el Palacio de los Leones es propiedad del Municipio y funciona ahí la Fundación VITRA.
El Palacio de los Leones, en la entrada se puede ver una de las esculturas de los leones.
La entrada a la residencia

Seguimos caminando por la misma Avenida y llegamos a un edificio bien moderno donde anteriormente funcionaba la fabrica de Bagley. El mito de este lugar es que, antes de la fábrica, vivía ahí una familia campesina, los “Cambaceres”: Eugenio Cambaceres y Luisa Bacichi. Se dice que la tal Luisa fue amante del entonces futuro presidente Hipólito Yrigoyen. Sin embargo esta no es la única leyenda en torno a esta familia, la hija de la pareja fue la famosa “Rufina”, cuya tumba se encuentra en el Cementerio de Recoleta.  Según la leyenda, su familia la enterró viva cuando sufrió un cuadro catatónico. Cuentan que unos días después cuando fueron a visitar la bóveda, el cajón se había desplazado y en el interior encontraron el cuerpo de la chica todo arañado (un poquito macabro).
Complejo de departamentos donde anteriormente funcionaba la fábrica de Bagley. Muchos años antes vivía en el terreno la famosa Rufina Cambaceres.

El recorrido siguió en Montes de Oca al 280, donde se encuentra la casa en la cual vivió Jorge Eduardo Burgos, el “descuartizador de Barracas” en la década del 50. Este hombre fue condenado por matar y descuartizar a su ex pareja en un ataque de celos… ¡qué miedo!
La fachada de la casa de Burgos, el "descuartizador de Barracas"

Seguimos caminando hasta la Av. Martín García en cuya esquina se encontraba la residencia del Almirante Brown. Al lado está la “Iglesia de Santa Lucía”, aquí es donde la guía nos contó la última leyenda de la visita. Se dice que cerca de la parroquia había una pulpería en donde vivía una joven llamada Dionisia Miranda, conocida como “la rubia de la zona del saladero”. Aparentemente el poeta Héctor Pedro Blomberg se inspiró en ella para componer el famoso “vals de Santa Lucía’ .
La Iglesia de Santa Lucía

Luego de finalizada la visita aprovechamos para recorrer un poco más las calles de este emblemático barrio. Es muy lindo caminar por Barracas, hay un contraste muy interesante entre construcciones bien tradicionales y otras bien modernas. Realmente uno percibe la cantidad de historias que se albergan en las calles empedradas del barrio. Estas historias le dan a Barracas aquel “no sé que”. Ya sean verídicas o no, es muy interesante pensar en todas las personas que pasaron por el barrio, y como cada uno de cierta manera afecta el lugar donde vive.    
Fachada muy linda, parte de la "acción poética de Barracas"
Una de las tantas callecitas empedradas en Barracas

Paseamos por la Plaza Colombia, una plaza muy linda ubicada sobre la Av. Montes de Oca, y luego caminamos por Suárez para seguir recorriendo. Ya que estábamos cerca del Pasaje Lanin, no pudimos dejar de dar una vuelta para apreciar los hermosos colores del lugar. Ahí concluyó este recorrido por Barracas, pero todavía nos quedaron muchas cosas por descubrir, no hay dudas que pronto encontraremos otra excusa para volver. Recomiendo a todos que se den una vuelta, ¡seguramente descubran alguna historia copada escondida en las callecitas de este barrio!   
Plaza Colombia vestida de primavera

Siempre hermoso el Pasaje Lanin, nunca decepciona. 


Maru