Una viaje en el tiempo por las calles de Barracas
Gracias a la visita guiada "Buenos Aires Intrigante" conocimos varias de las leyendas urbanas y mitos del emblemático barrio de Barracas. Un viajecito en el tiempo que vale la pena hacer.
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La Avenida Montes de Oca en Barracas, conocida también como la "Calle Larga" |
Este
fin de semana, las ganas de seguir descubriendo Buenos Aires nos llevaron al
barrio de Barracas, un barrio muy tradicional de la Ciudad. Su
nombre viene de aquellas primeras construcciones de madera que se instalaron al
pie del riachuelo llamadas “barracas”, utilizadas para almacenar
productos. El barrio se fue desarrollando con la llegada del ferrocarril, ya
que se ubica justo al lado de la famosa estación “Constitución”. Hoy en dÃa
funciona como el “distrito del diseño”, pero más allá de los cambios que vivió en
los últimos tiempos sigue manteniendo mucho de su historia y tradición.
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El estilo de las callecitas de Barracas. |
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Estilo de muchas de las construcciones más tradicionales de Barracas |
Hace
unos meses visité el “Pasaje Lanin” en este mismo barrio y me enamoré de la
callecita tan pintoresca,acá les dejo el post para los que aún no lo leyeron. Ese paseo me dejó con ganas de conocer más sobre Barracas, entonces aproveché que este
sábado se llevaba a cabo la visita guiada del GCBA llamada “Buenos Aires
Intrigante”. El ministerio de turismo ofrece todos los meses distintas visitas
guiadas gratuitas por los barrios de la ciudad. Está bueno aprovecharlas para conocer
más sobre la historia de Buenos Aires y ya que estamos pasear un rato.
“Buenos
Aires Intrigante”, la visita guiada de este sábado, se llevaba a cabo por la
Avenida Montes de Oca, y el objetivo era relatar ciertos mitos y
leyendas urbanas del barrio. Comenzamos el recorrido por la Av. Montes de Oca y
Caseros, dónde se ubica el Hospital
Elizalde. Justamente la guÃa comenzó por contarnos un poco la historia de
este hospital, el cual en un primer momento era una casa ubicada en la Manzana
de las Luces donde se albergaba a los “niños expósito”, niños abandonados.
Luego, se trasladó esta casa hacia un lugar más alejado para que estos niños no
sean juzgados. Al trasladarse a Barracas ya comenzó a funcionar como un
Hospital, el Hospital de Niños más antiguo del continente. Lleva el nombre del
“Dr. Pedro de Elizalde” quien ayudaba a estos niños y daba contención a las
madres.
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El Hospital Elizalde es el Hospital de Niños más antiguo del continente, ubicado en el barrio de Barracas. |
El
recorrido siguió por “La casa de los Leones”,
pegadita al Hospital. Cuenta la leyenda que este terreno pertenecÃa al hijo del
General DÃaz Vélez, un hombre de mucha fortuna que tenÃa gran adoración por los
leones. Se dice que en esta mansión tenÃa dos leones que se movÃan libremente por los jardines de la propiedad. El dÃa del
compromiso de una de sus hijas, uno de los leones atacó al prometido y lo mató.
Según la leyenda la hija entró en depresión y decidió no hablarle más a su padre (no es
para menos, no?), y este terminó por sacrificar a los leones. Sin embargo, construyó en su homenaje esculturas de los animales y las ubicó en el
jardÃn de su terreno. Ahora, el Palacio de los Leones es propiedad del
Municipio y funciona ahà la Fundación VITRA.
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El Palacio de los Leones, en la entrada se puede ver una de las esculturas de los leones. |
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La entrada a la residencia |
Seguimos
caminando por la misma Avenida y llegamos a un edificio bien moderno donde
anteriormente funcionaba la fabrica de Bagley. El mito de este lugar es que, antes de la fábrica, vivÃa ahà una familia campesina, los “Cambaceres”: Eugenio Cambaceres y Luisa Bacichi. Se dice que la tal Luisa fue
amante del entonces futuro presidente Hipólito Yrigoyen. Sin embargo esta no es la única
leyenda en torno a esta familia, la hija de la pareja fue la famosa “Rufina”,
cuya tumba se encuentra en el Cementerio de Recoleta. Según la leyenda, su familia la enterró viva cuando
sufrió un cuadro catatónico. Cuentan que unos dÃas después cuando fueron a
visitar la bóveda, el cajón se habÃa desplazado y en el interior encontraron
el cuerpo de la chica todo arañado (un poquito macabro).
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Complejo de departamentos donde anteriormente funcionaba la fábrica de Bagley. Muchos años antes vivÃa en el terreno la famosa Rufina Cambaceres. |
El
recorrido siguió en Montes de Oca al 280, donde se
encuentra la casa en la cual vivió Jorge Eduardo Burgos, el “descuartizador de
Barracas” en la década del 50. Este hombre fue condenado por matar y
descuartizar a su ex pareja en un ataque de celos… ¡qué miedo!
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La fachada de la casa de Burgos, el "descuartizador de Barracas" |
Seguimos
caminando hasta la Av. MartÃn GarcÃa en cuya esquina se encontraba la
residencia del Almirante Brown. Al lado está la “Iglesia de Santa LucÃa”, aquÃ
es donde la guÃa nos contó la última leyenda de la visita. Se dice que cerca de
la parroquia habÃa una pulperÃa en donde
vivÃa una joven llamada Dionisia Miranda, conocida como “la rubia de la zona
del saladero”. Aparentemente el poeta Héctor Pedro Blomberg se inspiró en ella
para componer el famoso “vals de Santa LucÃa’ .
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La Iglesia de Santa LucÃa |
Luego
de finalizada la visita aprovechamos para recorrer un poco más las calles de este
emblemático barrio. Es muy lindo caminar por Barracas, hay un contraste muy interesante entre construcciones bien tradicionales y otras bien modernas. Realmente uno percibe la cantidad de historias
que se albergan en las calles empedradas del barrio. Estas historias le dan a
Barracas aquel “no sé que”. Ya sean verÃdicas o no, es muy
interesante pensar en todas las personas que pasaron por el barrio, y como cada
uno de cierta manera afecta el lugar donde vive.
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Fachada muy linda, parte de la "acción poética de Barracas" |
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Una de las tantas callecitas empedradas en Barracas |
Paseamos
por la Plaza Colombia, una plaza muy linda ubicada sobre la Av. Montes de Oca, y luego
caminamos por Suárez para seguir recorriendo. Ya que estábamos cerca del Pasaje
Lanin, no pudimos dejar de dar una vuelta para apreciar los hermosos
colores del lugar. Ahà concluyó este recorrido por Barracas, pero todavÃa nos
quedaron muchas cosas por descubrir, no hay dudas que pronto encontraremos
otra excusa para volver. Recomiendo a todos que se den una vuelta, ¡seguramente descubran alguna
historia copada escondida en las callecitas de este
barrio!
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Plaza Colombia vestida de primavera |
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Siempre hermoso el Pasaje Lanin, nunca decepciona. |
Maru